domingo, 12 de agosto de 2012

Nauseas

Brota desde lo más profundo de mi ser esa sensación que me paraliza el alma.
No puedo evitar respirar profundo a cada instante porque el aire me juega una triste batalla y no pasa.
Y eso que defino como angustia me provoca nauseas. 
Sobrevivo a pequeñas dosis de alimentos que alguien más pone en mi mesa. Ya no tengo fuerzas para nada.
No me interesa la mañana, los días se hacen más cortos cuanto más duermo. 
Y vivo, vivo en ese momento en que mis ojos se cierran y sueño con ella. Doce horas de placer al soñar con su rostro, tocar sus manos y dejar que bese mi boca y mi espalda...
Lloro el resto de las doce horas que le queda al día, cuando no son lágrimas son opresiones en el pecho, y cuando no es eso, es la mentira de decir que estoy bien.
Bien muerta sería la palabra. ¿Cómo podés sentirte cuando perdiste todo? ¿Cómo podés sentirte cuando te falta el alma?

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