Simplemente te extraño

Me siento a escribir para descargar eso que me pasa. Y transformo las lágrimas que no puedo dejar caer en tinta virtual. No pretendo que sean comprendidas, solo escuchadas.
Y van cayendo por mis dedos de la misma manera que recorrerían mi rostro en este momento.
Mis pulmones se llenan de aire como hace rato que no lo hacían al ver las letras en esta enorme pantalla. Y aunque las acompañaría con un cigarrillo, no lo hago porque todo lo escondo.
Antes podía hacer pequeños análisis de lo que me pasaba, ahora solo escribo y escribo, porque ni yo puedo entenderme.
Estoy tan confundida, tan negada, tan ciega.
No dudo de lo que siento, pero me confunde tu manera de ser, me ata a la nada, me quita esperanza, me deja esperando que el tiempo pase y que todo sea como alguna vez lo sentí.
¿Qué me pasa con vos?, ¿Qué me pasa?
Y siento que por esta pantalla no soy capaz de decirte nada y me enojo conmigo misma, con vos, con el resto del universo por ser tan estúpida, por no poder ser yo.
Por no poder ser la tonta que te hacía reír, y ser esta tonta que ultimamente te imagina sin ganas de verme, sin ganas de mi, sin ganas de nada.
Sí, ya se, no se lo que sentís, pero tampoco puedo saberlo estando a cientos de quilómetros de distancia de tu boca, de tu piel.
Y es esa incertidumbre la que destruye mis ganas, la que me hace cometer errores y perseguirme todo el tiempo. Y esa misma incertidumbre me está matando por dentro y no me deja decirte que te quiero, que te necesito, que quiero que vuelvas a ser lo que eras, que todo sea como antes, cuando podía ver tu cara, oler tu piel, sentir tu alma...
Creo que simplemente te extraño.