Otro día gris en Rosario, otro día gris para mi.
Mientras me fumo un pucho en la ventana escucho al Flaco de fondo, más precisamente escucho a Invisible.
Invisible, justamente, como me siento últimamente.
Hace días que gira en mi cabeza la idea de volver a escribir, porque siempre esta idea retorna cuando me siento triste. Generalmente escribo poesía, o intento hacerlo, hoy no me sale, pero escribo para poder respirar profundo, para llenar mis pulmones de algo. Así que acá dejo estas lineas, que quizás no tengan demasiado contenido poético, pero como siempre, es lo que sale.
A veces es necesario despojarse de todo, para poder recorrer tu alma.
Porque solo somos dos cuerpos llenos de nada y vacíos de todo.
No necesito impresionarte con cosas efímeras porque lo simple recorre mi mente.
Me gusta sentarme a dibujar trazos en tu cuerpo ausente mientras no te das cuenta.
Me gusta cambiarte de posiciones y llenarte de besos que nunca te llegan a tocar.
Me gusta hacer que sientas nada sintiendo mucho cuando realmente me miras profundo.
Soy ese ser invisible que está cuando estás sola, y cuando lloras por las noches seco tus lagrimas.
Soy esa sensación que sentís a veces cuando se estremece tu cuerpo. Soy esa nada que hace que sonrías levemente ante la brisa del viento sur tocando tu cara.
Soy la nada invisible que llena tu alma, soy ese ser invisible que no llena la mía. Soy a veces mucho más que eso, aunque nunca nos demos cuenta.
Solo escribo lo que sale
jueves, 13 de agosto de 2015
domingo, 7 de junio de 2015
Colorín colorado
Recuerdo esa noche en que te imitaba la voz de Alejandra. Te abrazaba y susurraba las primeras palabras que se me venían a la mente. Parecías disfrutarlo.
Te hablaba de una lágrima viajera que se trasladaba por tu cuerpo.
Hoy pienso que en ese mismo lugar donde te enamoraba mi poesía barata alguien más está diciendo lo que yo no supe decir.
Me duele. Si, sigue doliendo. Pero se que crecimos y que el amor se convirtió en otra cosa y que no hay nada que pueda destruir el recuerdo. No existe otra boca, otro cuerpo que borre lo sucedido. Serán recuerdos unidos a otros miles, pero ahí están, formando mi historia y la tuya. Un cuento con un final triste. Donde el amor no triunfa y donde hay gente malvada esperando que a la protagonista desdichada se la coma su propia mente, sus propios pensamientos ridículos.
Quisiera sentir felicidad plena por tu alegría, porque el amor te acompaña, pero aunque lo intento no puedo dejar de pensar que fui yo misma que te arrebato de mi cuento, de mi final feliz, de mi colorín colorado
viernes, 20 de marzo de 2015
Hace tiempo que no puedo escribir ni una línea. Como otras veces la prosa me queda grande. Quizás sea porque el amor no llega o porque a pesar de tener destellos de él, no he podido enamorarme nuevamente.
Así que de mi último fracaso amoroso les dejo esto. No tiene un título, quizás podría llamarse "El sur de Paula"
En estos meses descubrí que solo escribo cuando me enamoro, o cuando me lastiman demasiado. La tristeza me inspira. Quizás esto sea así porque es en ese momento cuando puedo tocar mi corazón con mis manos.

Se los dejo en otro formato, quizás así me puedan conocer un poco más.
miércoles, 29 de octubre de 2014
Evas del mundo moderno

Es esa sensación de conocernos desde antes, de poder tocar
tu piel y sentir que mi mano ya te ha tocado por siglos enteros.
Somos Evas del mundo moderno, no conocemos de Adanes y no
creo que los necesitemos.
El pecado original lo
cometimos tantas veces que se que vamos a arder en el infierno eternamente. Y
no me arrepiento.
Y es verdad que a veces me siento solo carne, pero es
difícil hablar de amor cuando sentís que te robaron el alma una y otra vez
dejando solamente partículas de polvo.
Pero si del polvo
venimos, y en él nos convertimos, es muy
probable reconstruirnos en el deseo, en tu sexo y el mío, en las manos, en las
caricias audaces que cada noche
compartimos.
Somos Evas del mundo moderno, no conocemos de Adanes, no
somos animales con fines reproductivos, nacimos en el deseo, en el amor más
puro y diferente de todos los conocidos.
Somos Evas del mundo moderno, creando nuestro propio paraíso
terrenal, ardiendo en el fuego, simplemente intentando volver a amar.
martes, 1 de julio de 2014
Estar en la línea
El tiempo, aire renovador, me hacen elegirte entre todas.
Me ha mostrado otros cuerpos, otras maneras de amar.
Probé sabores dulces que en su esencia eran totalmente amargos.
Nadie, nada, me ha dado la simplicidad que daban tus ojos.
Pasa el tiempo y nuestra imagen en un bar de mesitas de madera se repite.
Y leo perfectamente, con la misma claridad lo que dicen tus ojos.
Hoy no somos esas personas, pero vos seguís siendo ese punto sobre la línea.
Siempre fuiste eso. Algo simple y trascendental.
Un punto que pone fin, un punto con decisión.
Y quizás si, nunca pude, mientras te tuve, estar sobre la linea.
Hoy no tengo dudas que podría estar en ella.
No tengo dudas que seríamos dos puntos.
Dos puntos cuasi suspensivos escribiendo un nuevo principio, y esta vez, sin punto final.
Me ha mostrado otros cuerpos, otras maneras de amar.
Probé sabores dulces que en su esencia eran totalmente amargos.
Nadie, nada, me ha dado la simplicidad que daban tus ojos.
Pasa el tiempo y nuestra imagen en un bar de mesitas de madera se repite.
Y leo perfectamente, con la misma claridad lo que dicen tus ojos.
Hoy no somos esas personas, pero vos seguís siendo ese punto sobre la línea.
Siempre fuiste eso. Algo simple y trascendental.
Un punto que pone fin, un punto con decisión.
Y quizás si, nunca pude, mientras te tuve, estar sobre la linea.
Hoy no tengo dudas que podría estar en ella.
No tengo dudas que seríamos dos puntos.
Dos puntos cuasi suspensivos escribiendo un nuevo principio, y esta vez, sin punto final.
martes, 27 de mayo de 2014
Viento
Como en un tremendo trabalenguas de palabras me sumerjo en
lo profundo del viento. Todo elemento de la naturaleza tiene un fondo. Un tope.
Algo que te hace tocar el suelo.
Y el viento es tan fuerte que mi pelo baila al ritmo de esa
música que suena bajito. Vos la cantás.
Abro los brazos, los estiro con firmeza y siento esa energía
que llega hasta la punta de mis dedos.
Cierro los ojos, respiro profundo, los abro y lloro.
Es solo una pequeña lágrima que se deshace rápidamente.
Y vos estás ahí, eso me sorprende. Estás tocando la armónica
en la esquina. El viento no movió un centímetro de tu pelo. Estás inmutable.
Solo tocás y tocás y te dejás llevar por la música.

Es mi cuerpo el que se siente cansado, me duelen los brazos,
están débiles, se cansaron de remar en contra de la corriente. Ya no tengo
fuerzas, camino cada vez más lento.
El desgano se apodera de mi alma y en un juego de opresiones
en el pecho toda la fuerza que alguna vez tuve para acercarme hacen que en esta
dicotomía de quererte tan cerca y sentirte tan lejos me desmaye en la espera y
deje que el viento remolinante de esa fría mañana me traiga hasta acá y me encierre de nuevo en
estas cuatro paredes de la nada misma.
sábado, 24 de mayo de 2014
I
Lagos de deseos suspicaces se mecen entre mis piernas
cansadas de nostalgias dulces.
Y la habitación ya no tan blanca, vacía de presencias que
nutren mi cuerpo buscan ese algo.
Y ese algo es uno mismo. Es esa mano gigante que se mete por
mi boca y me desgrana las viseras como si fuesen de barro.
Y de a poco voy perdiendo mis órganos.
Uno por uno pasan por esa enorme moledora de carne.
Ya no tengo estómago, ya no tengo pulmones.
Ya no tengo los mismos dolores, ni la misma angustia.
Y respiro porque me armo de nuevo, me hago fuerte. Porque
tengo la capacidad de reinventarme como quiero y mis órganos vuelven a crecer
para convertirme en otra cosa.
Y ya no duele lo que dolía, y ya no importa lo que
importaba.
Respiro como quiero, siento lo que no quería sentir.
Y con ese cuchillo enorme que denomino cambio, abro mi
cráneo como si fuese una cacerola repleta de preguntas y las elimino una por
una. Explotan manchando toda la habitación con lo que queda de mi materia gris.
Y ya no pienso como antes, pienso lo que quiero. Pienso
porque tengo la capacidad para hacerlo. Porque el cambio me pertenece y es todo
mío. Me lo merezco.
Y con este mismo
cambio me corto las venas para llenarlas de música, para dejar que el arte
fluya, para escuchar al Flaco cantar “Alma de Diamante” desde el cielo y
sentirme, hoy, nuevamente, muy viva.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)