miércoles, 29 de octubre de 2014

Evas del mundo moderno

Me despojo de mis ropas, porque solo me atan a un mundo que no me conoce. No es lo que llevo lo que me hace ser quien soy, es lo que ves en mi retina lo que me representa.
Es esa sensación de conocernos desde antes, de poder tocar tu piel y sentir que mi mano ya te ha tocado por siglos enteros.
Somos Evas del mundo moderno, no conocemos de Adanes y no creo que los necesitemos.
 El pecado original lo cometimos tantas veces que se que vamos a arder en el infierno eternamente. Y no me arrepiento.
Y es verdad que a veces me siento solo carne, pero es difícil hablar de amor cuando sentís que te robaron el alma una y otra vez dejando solamente partículas de polvo.
 Pero si del polvo venimos,  y en él nos convertimos, es muy probable reconstruirnos en el deseo, en tu sexo y el mío, en las manos, en las caricias audaces  que cada noche compartimos.
Somos Evas del mundo moderno, no conocemos de Adanes, no somos animales con fines reproductivos, nacimos en el deseo, en el amor más puro y diferente de todos los conocidos.
Somos Evas del mundo moderno, creando nuestro propio paraíso terrenal, ardiendo en el fuego, simplemente intentando volver a amar.
 


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