Pero tapémosle los ojos a la abuela y que no vea cuando te beso.

Juguemos a correr libres y que nadie nos atrape.
Juguemos a mirarnos, porque como siempre me olvido de tu cara.
Comamos los bizcochos añejos de Hansel y Gretel,
o mordamos la manzana envenenada de blancanieves,
total el pecado original ya lo hemos cometido varias veces.
Cantemos con el flautista de Hamelin,
tal vez con su música podamos eliminar a todas estas ratas.
Y no te duermas como la bella durmiente,
que no quiero que ningún príncipe venga a rescatarte.
Sería conveniente perdernos en el laberinto de Alicia,
y dejar que todo fluya como antes.
Sigamos el ejemplo de la bella y la bestia y que nada nos importe.
Bailemos en ese gran salón con el candelabros y la tetera parlanchina.
Vivamos como si fuera un cuento y leamos el final feliz.
Leamos el final, hasta que me pueda dormir, ultimamente me cuesta demasiado.
4 comentarios:
Que hermosooooooooooo!!!
Realmente me sorprendio la creatividad que expresas en este texto!
Me fascino!
Besos linda!
ANDÓN PIRULERO : CADA CUAL ATIENDE SU JUEGO.
Y EL QUE NO?
AH , AH.
Sí , ya sabes.
Besitos.
que hermoso cuento...tan original y divertido...
me encantó, como para dedicárselo a alguien especial
que buena manera de reescribir esos cuentos que a simple vista eran tan inocentes. hola mica!
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