Y acá estoy, escribiendo otra vez en sepia, que es el color en el que mejor te recuerdo.
No pensé que volvería a escribir estas cartas, pero pasa.
Estaba pensando en Fito, en "el amor después del amor", pensando qué era para mi el amor después del amor. ¿Cómo se sigue después de eso?
Me encantaría tener una respuesta, pero solo encuentro llanto, angustia, hasta desesperación. Quizás esa sea la respuesta en este momento. Quizás mañana la respuesta sea tiempo. Tiempo para superar el dolor, para volver a empezar desde cero, sintiéndote un hermoso recuerdo.
Nunca asimilé la magnitud del daño que te generé. Nunca ni siquiera me percaté de eso.
Y si, aunque no lo quieras, me siento culpable. Culpable de haber seguido lastimándote por mucho tiempo.
La culpa me invade el alma, y me siento nada. La nada misma.
Sólo tengo un deseo, y es recuperarme y que te recuperes. No se la manera, no se nada.
Es difícil decir adiós para siempre, pero más difícil es vivir esperando.
Y así, en secreto, sin que te enteres voy a estar susurrándote cosas lindas al oído, para que mañana, cuando des vuelta la página, recuerdes de una manera más feliz todo lo que ha sucedido.
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