Otro día gris en Rosario, otro día gris para mi.
Mientras me fumo un pucho en la ventana escucho al Flaco de fondo, más precisamente escucho a Invisible.
Invisible, justamente, como me siento últimamente.
Hace días que gira en mi cabeza la idea de volver a escribir, porque siempre esta idea retorna cuando me siento triste. Generalmente escribo poesía, o intento hacerlo, hoy no me sale, pero escribo para poder respirar profundo, para llenar mis pulmones de algo. Así que acá dejo estas lineas, que quizás no tengan demasiado contenido poético, pero como siempre, es lo que sale.
A veces es necesario despojarse de todo, para poder recorrer tu alma.
Porque solo somos dos cuerpos llenos de nada y vacíos de todo.
No necesito impresionarte con cosas efímeras porque lo simple recorre mi mente.
Me gusta sentarme a dibujar trazos en tu cuerpo ausente mientras no te das cuenta.
Me gusta cambiarte de posiciones y llenarte de besos que nunca te llegan a tocar.
Me gusta hacer que sientas nada sintiendo mucho cuando realmente me miras profundo.
Soy ese ser invisible que está cuando estás sola, y cuando lloras por las noches seco tus lagrimas.
Soy esa sensación que sentís a veces cuando se estremece tu cuerpo. Soy esa nada que hace que sonrías levemente ante la brisa del viento sur tocando tu cara.
Soy la nada invisible que llena tu alma, soy ese ser invisible que no llena la mía. Soy a veces mucho más que eso, aunque nunca nos demos cuenta.