sábado, 31 de enero de 2009

Lágrimas

No concibo, no permito, que derrames ni una lágrima más.
Quiero borrarlas una a una con disculpas superfluas, con palabras efímeras.
No te miento, pero en vano te digo no llores, si so que llorarás.
Y si recuerdo, te recuerdo con lágrimas o con un llanto sincero, un llanto eterno.
Saco mi pañuelo pero no seca tus lágrimas, mi pañuelo de alegrías no es compatible con tu dolor.
Y cuando el llanto finaliza, comienza la simulación de esa felicidad tan fugaz, esa felicidad que dura hasta que recordás lo imposible y volvés a llorar.
Un llanto por ella, un llanto por él, un llanto por mí, y tal vez, por alguien más.
Se seca tu rostro, se apaga tu luz.
No concibo, no permito, que derrames ni una lágrima más.